Tras meses de entrenamientos caseros y de calentamientos de cabeza que han elevado nuestro ingenio pero no demasiado nuestra fuerza física, la mayoría de los gimnasios de Andújar están de vuelta, casi adaptados ya a esta nueva normalidad.
Para poder abrir han tenido que adaptarse a las necesidades higiénicas frente al COVID-19. Cada gimnasio tiene diferentes medidas o procedimientos pero en general todos siguen un protocolo eficiente de mantenimiento y desinfección.
Principalmente el aforo se ha tenido que reducir a un 65% en las salas principales y un aforo muy reducido en las clases con monitores, respetando siempre la distancia de seguridad. La mascarilla es obligatoria en los vestuarios y en el tránsito de un lugar a otro, no es obligatoria a la hora de hacer ejercicio por su incompatibilidad con el esfuerzo físico. Además cuentan con desinfectantes para las máquinas que los propios usuarios deben de usar tras el uso de cualquier equipo ya sean máquinas, esterillas, pesas, cintas, etc.
Los usuarios disponen de geles desinfectantes repartidos por todo el gimnasio para poder desinfectarse cada cierto tiempo, aunque es recomendable después de cada uso del material. En cuanto al personal de limpieza, se ha ampliado y la regularidad con la que trabajan es mayor, asegurándose de desinfectar vestuarios, salas y máquinas.
En cuanto al protocolo de entrada y salida, al existir un aforo limitado la mayoría de estos centros cuentan con diferentes mecanismos para controlarlo y poder reservar una plaza en la hora que desee el usuario. Algunos también miden la temperatura de sus socios al entrar y al salir, a veces incluso durante los entrenamientos.
Si aun así no te convence del todo por el contacto con otras personas pero estás deseando volver a pisar un gimnasio, puedes preguntar en tu gimnasio cuáles son las horas de menor aforo para asegurar la máxima distancia social posible.
